Alberto Pérez
¿Cuántos años llevo practicando orientación? Por supuesto, no cuento todas las ocasiones que me encuentro perdido en el parking de un centro comercial.
Revisando mi archivo de mapas, parece que fué ayer cuando me inscribí en mi primera carrera de orientación. Cuando mi cuñada Cristina me lo propuso, ¡no lo dudé! A ella se lo comentó el hermano de uno de los mejores corredores del club, Jesús Oliver. Él nos hizo llegar los primeros manuales y el primer plano de orientacion que vi en mi vida: |
Luego llegó la carrera:
1LCM del año 2010 en Paredes de Buitrago. Open Rojo ... 5,3 km. Un excelente día de enero para el bautizo en este deporte que me enganchó desde el primer momento.
No sabía como usar la curvas de nivel, los diferentes colores del plano, ¿qué era un punto de ataque? ¿Talonar? Todo me sonaba a chino. Cogí mi brújula y a correr hacia donde me lleve el rumbo.
El nerviosismo de la salida, el empezar a correr sin tener muy claro hacia donde, en unos segundos dejas de ver al resto de corredores que ya han elegido su camino y te encuentras en mitad de no sabes donde y te preguntas... ¿por qué todo el mundo corre en una dirección y yo hacia la contraria? Ya no hay remedio. Te encuentras solo y tienes que sobrevivir. Y después de 5-10 minutos encuentras la primera baliza.... ¡¡¡¡¡¡ Qué pasada !!!!!! Lo he conseguido. Ya puedo encontrar las otras 15.
Pero claro, no tienes en cuenta que después de llevar una hora corriendo, no eres capaz de pensar con la misma fluidez. La brújula te empieza a marcar mal el norte, los caminos cambian su dirección, las vaguadas no existen, las rocas aparecen de la nada, y desaparecen con la misma facilidad, hasta que te das con una valla que no ves pintada en el mapa.
Creo recordar que tardé alrededor de 1:45 min e hice error en tarjeta. Pero acabé mi recorrido habiendo fallado unicamente en 1 baliza.
Ese primer año corrí unas 25 carreras y después de 5 años corriendo las sensaciones son las mismas.
¿Y todavía nos preguntamos por qué nos engancha este deporte? Me llamo Alberto y soy orienta-dependiente.
Quiero agradecer a José todas las facilidades que nos ha dado para iniciarnos en este deporte, y seguir practicandolo durante todos estos años. Esto me ha ayudado a conocer a magníficas personas, y a muchos de ellos los considero amigos, además de compañeros y rivales en las carreras.
Ahora nos queda inculcar a los más pequeños el amor por la naturaleza y el deporte.
1LCM del año 2010 en Paredes de Buitrago. Open Rojo ... 5,3 km. Un excelente día de enero para el bautizo en este deporte que me enganchó desde el primer momento.
No sabía como usar la curvas de nivel, los diferentes colores del plano, ¿qué era un punto de ataque? ¿Talonar? Todo me sonaba a chino. Cogí mi brújula y a correr hacia donde me lleve el rumbo.
El nerviosismo de la salida, el empezar a correr sin tener muy claro hacia donde, en unos segundos dejas de ver al resto de corredores que ya han elegido su camino y te encuentras en mitad de no sabes donde y te preguntas... ¿por qué todo el mundo corre en una dirección y yo hacia la contraria? Ya no hay remedio. Te encuentras solo y tienes que sobrevivir. Y después de 5-10 minutos encuentras la primera baliza.... ¡¡¡¡¡¡ Qué pasada !!!!!! Lo he conseguido. Ya puedo encontrar las otras 15.
Pero claro, no tienes en cuenta que después de llevar una hora corriendo, no eres capaz de pensar con la misma fluidez. La brújula te empieza a marcar mal el norte, los caminos cambian su dirección, las vaguadas no existen, las rocas aparecen de la nada, y desaparecen con la misma facilidad, hasta que te das con una valla que no ves pintada en el mapa.
Creo recordar que tardé alrededor de 1:45 min e hice error en tarjeta. Pero acabé mi recorrido habiendo fallado unicamente en 1 baliza.
Ese primer año corrí unas 25 carreras y después de 5 años corriendo las sensaciones son las mismas.
¿Y todavía nos preguntamos por qué nos engancha este deporte? Me llamo Alberto y soy orienta-dependiente.
Quiero agradecer a José todas las facilidades que nos ha dado para iniciarnos en este deporte, y seguir practicandolo durante todos estos años. Esto me ha ayudado a conocer a magníficas personas, y a muchos de ellos los considero amigos, además de compañeros y rivales en las carreras.
Ahora nos queda inculcar a los más pequeños el amor por la naturaleza y el deporte.